La industria turística europea ha cerrado la primera mitad de 2025 con cifras que no solo confirman la recuperación, sino que marcan un nuevo hito de crecimiento. Según los datos publicados por Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea, se registraron 1.198 millones de pernoctaciones en alojamientos turísticos en los primeros seis meses del año, lo que representa un significativo aumento del 1,1% en comparación con el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia.
Este crecimiento es un testimonio de la resiliencia y el atractivo duradero de Europa como destino global. El impulso ha venido de dos frentes: un robusto aumento del 2,5% en las pernoctaciones de viajeros internacionales y un mercado doméstico que, aunque con un ligero descenso del 0,3% respecto a 2019, se mantiene en niveles muy sólidos.
El análisis mensual revela una tendencia positiva y constante. Cada mes de 2025 ha superado en pernoctaciones a su homólogo de 2024, con crecimientos que van desde el 1,9% en marzo hasta un impresionante 5,9% en junio, un indicador claro de que la demanda sigue en una trayectoria ascendente.
The Flexible Accommodation y los hoteles han sido los grandes protagonistas de este éxito. Los datos de Eurostat, que abarcan una amplia gama de alojamientos (hoteles, alquileres vacacionales, campings, etc.), demuestran que el apetito por viajar y la confianza del consumidor se han restaurado plenamente.
A nivel de países, la mayoría de los miembros de la UE han contribuido a este crecimiento. Destacan Chipre, con un espectacular aumento del 18,7% en pernoctaciones en comparación con 2019, seguido de Malta (+16,6%) y Grecia (+10,4%). Estos datos subrayan el dinamismo de los destinos mediterráneos en la recuperación del turismo.
Este sólido desempeño en la primera mitad del año sienta unas bases muy optimistas para la temporada de verano y el resto de 2025. El sector turístico europeo no solo ha superado el bache de la pandemia, sino que está demostrando una capacidad de crecimiento y adaptación que lo consolida como un pilar fundamental de la economía del continente.