El alojamiento flexible, en particular los alquileres de corta duración, se ha convertido en un tema de debate en toda Europa. Tal como señala la Comisión Europea en su respuesta a una pregunta parlamentaria, este tipo de alquileres pueden tener un impacto significativo en la disponibilidad y asequibilidad de la vivienda, especialmente en zonas turísticas populares. Sin embargo, la Comisión también reconoce que los alquileres de corta duración pueden impulsar las inversiones en los mercados inmobiliarios locales y apoyar la renovación, especialmente de viviendas vacías.
Para abordar estos desafíos y oportunidades, la Unión Europea ha implementado varias medidas. En primer lugar, se busca aumentar la transparencia exigiendo el registro de los anfitriones y la provisión de datos sobre los alquileres de corta duración por parte de las plataformas, gracias al Reglamento (UE) 2024/1028.
Además, el Reglamento (UE) 2022/2065 obliga a las plataformas en línea a garantizar la trazabilidad de los comerciantes que ofrecen servicios en sus plataformas y a diseñar sus interfaces para que estos puedan cumplir con las obligaciones legales nacionales o de la UE. Este reglamento impone obligaciones adicionales a las plataformas muy grandes, como Booking.com.
En el ámbito fiscal, la Directiva (UE) 2021/514 facilita el intercambio de información entre las plataformas y las autoridades nacionales con fines tributarios, buscando así garantizar una competencia más equitativa en este sector.
A pesar de estas medidas, la Comisión Europea ha manifestado que no tiene previsto, por el momento, presentar ninguna iniciativa legislativa para regular o imponer límites a las propiedades y las pernoctaciones destinadas al alquiler de corta duración. No obstante, la Comisión continuará explorando posibles soluciones para abordar los problemas sistémicos relacionados con este tipo de alojamiento.
En este sentido, la Comisión tiene la intención de iniciar un diálogo político con las partes interesadas para comprender mejor la relación entre los alquileres de corta duración y la disponibilidad y asequibilidad de la vivienda, así como para identificar las mejores prácticas que se ajusten a la Directiva 2006/123/CE.
Finalmente, la Comisión ha creado un Grupo de Trabajo para la Vivienda, que comenzó sus actividades el 1 de febrero de 2025, con el objetivo de apoyar a los Estados miembros en la resolución de los problemas relacionados con la crisis de la vivienda.
Fuente: Respuesta a la pregunta parlamentaria E-002341/24 del Parlamento Europeo.