España, motor turístico global, anticipa un verano de cifras que reafirman su posición de liderazgo y la consolidación de un nuevo paradigma en el sector. Las proyecciones elaboradas por Turespaña, dependiente del Ministerio de Industria y Turismo, dibujan un escenario optimista para los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 2025.
Durante este periodo estival, se espera la llegada de casi 42 millones de turistas internacionales, lo que representa un 3,2% más que en el mismo periodo de 2024. Pero el dato más significativo se refleja en el poder adquisitivo de estos visitantes: se estima que el gasto total ascenderá a cerca de 58.000 millones de euros, un incremento del 3,8% respecto al verano anterior. Este aumento del gasto, superior al del número de visitantes, subraya la filosofía del Gobierno de primar la calidad por encima de la cantidad, un eje fundamental en la Estrategia España Turismo 2030.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha puesto en valor el poder de atracción de un sector que se ha convertido en una referencia internacional por su calidad y sostenibilidad, impulsado por una inversión pública sin precedentes en las últimas décadas.
Un aspecto crucial que emerge de estas previsiones es la consolidación de un cambio de modelo turístico hacia la desestacionalización y la desconcentración de los destinos. Las tasas de crecimiento en el número de visitantes durante los meses tradicionalmente menos turísticos de 2025 – enero (6,1%), febrero (7,7%), marzo (3,8%) y abril (10,1%) – han sido sensiblemente superiores a las proyectadas para la temporada alta veraniega – junio (2,9%), julio (2,8%), agosto (3,8%) y septiembre (3%). Esto significa que España sigue creciendo en viajeros durante la temporada alta, pero a un ritmo más moderado que en otras épocas del año, lo que beneficia tanto a la oferta y los trabajadores como a la experiencia del propio turista.
La desconcentración de los destinos es otra prioridad estratégica. Se proyecta que el crecimiento del gasto en destino de los turistas internacionales sea más equitativo. Las comunidades autónomas tradicionalmente menos turísticas experimentarán un crecimiento interanual del gasto de entre el 8% y el 13% durante el verano. En contraste, las seis comunidades principales (Andalucía, Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias) verán sus tasas de crecimiento fluctuar en una horquilla más estrecha, entre el 1% y el 3%. Este reparto más uniforme de los flujos turísticos es clave para una distribución equitativa de los beneficios y para la preservación de la identidad sociocultural de los destinos.
La Estrategia España Turismo 2030, que se encuentra en su fase final de elaboración, dotará al sector de nuevos instrumentos para impulsar la innovación empresarial, el empleo de calidad, la cohesión social, la reducción de emisiones, la dinamización del entorno rural y la redistribución de los beneficios del turismo. Este ambicioso plan, apoyado por una inversión de 3.400 millones de euros de fondos UE del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, busca mejorar la calidad y competitividad de la industria turística española, asegurando su liderazgo en el futuro.