Madrid está abriendo un nuevo y decisivo capítulo en la gestión de su vibrante corazón urbano. El Plan RESIDE, una iniciativa largamente debatida y finalmente aprobada por la Comunidad de Madrid en Consejo de Gobierno, ha entrado en vigor con el claro objetivo de proteger el uso de la vivienda habitual y reordenar el Alojamiento Flexible en la capital.
Este plan, que busca trasladar las viviendas turísticas fuera de los edificios residenciales, es una respuesta directa a la creciente preocupación por la convivencia y la escasez de vivienda. En el centro histórico, el Ayuntamiento no concederá nuevas licencias para viviendas turísticas dispersas en edificios residenciales, garantizando así una oferta turística ordenada y legal que no compita directamente con el uso habitacional.
Pero las medidas no se limitan al centro. Fuera del centro histórico, las licencias para alojamientos turísticos solo se concederán a aquellas propiedades que dispongan de acceso independiente en planta baja o primera planta. Esta disposición busca una mayor segregación de usos y una menor fricción con las comunidades de vecinos.
El Plan RESIDE también introduce importantes cambios para el futuro del Alojamiento Flexible y la vivienda asequible. Los equipamientos dotacionales privados que se encuentren obsoletos y con algún tipo de protección podrán transformarse en viviendas de alquiler asequible y/o coliving, siempre y cuando se rehabilite el inmueble. Además, se ofrecerán incentivos urbanísticos para transformar edificios de oficinas en residencial, buscando así incrementar el parque de vivienda disponible.
Un punto crucial es la nueva normativa para edificios residenciales no ubicados en calles comerciales. Podrá haber viviendas turísticas, pero solo si todo el inmueble se destina a esta actividad y la licencia se otorgará por un plazo limitado de 15 años, tras el cual el edificio volverá a ser de uso residencial. Esta medida busca modelos de Alojamiento Flexible más controlados y con un horizonte definido.
Finalmente, el plan blindará el comercio local al prohibir su transformación en viviendas turísticas en el centro histórico y en las principales vías comerciales. Esto es un intento de proteger el tejido económico tradicional de la ciudad y asegurar que los servicios al ciudadano no se vean mermados.
La entrada en vigor del Plan RESIDE representa un giro significativo para el mercado inmobiliario de Madrid. Los operadores, inversores y propietarios de Alojamiento Flexible deberán adaptarse a este nuevo marco legal, que busca reequilibrar el balance entre el turismo y la vida residencial, apostando por un modelo de crecimiento más sostenible y ordenado para la capital.
En la próxima edición de Vitur Forum Madrid contaremos con un panel de normativa donde analizaremos el impacto del Plan RESIDE desde el punto de vista institucional y del sector privado para entender cómo afectará a la inversión y al futuro del mercado del Alojamiento Flexible.
Fuente: Diario de Madrid